Por:
Dr. Abraham Arias*
El
12 de mayo se celebra el Día Internacional de la Enfermería y en un mundo donde
el cuidado y la salud son más importantes que nunca, las enfermeras y
enfermeros se alzan dentro de los profesionales más nobles, esenciales y con
mayor proyección de crecimiento.
En
el marco de esta conmemoración, es imperante destacar la inconmensurable labor
que la enfermería hace por la sociedad y de impulsar a más jóvenes a perseguir
esta maravillosa carrera que gracias a la tecnología y los cambios en las
necesidades humanas ha transformado su enseñanza y práctica.
Igualdad
de género en el cuidado
Tradicionalmente,
la enfermería ha sido una carrera dominada principalmente por mujeres. Sin
embargo, en la actualidad, el enfoque se centra en la equidad de género,
impulsando a ambos géneros, tanto hombres y mujeres por igual, a desarrollarse
en este campo con respeto, ética y profesionalismo. Actualmente, las
universidades promueven sesiones educativas sobre igualdad, trato humano y
derechos del paciente desde los primeros ciclos de formación para que tanto
hombres como mujeres se animen a ejercer la enfermería en la especialidad de su
elección y demuestren que el cuidado no tiene género, pero sí vocación.
De
acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCE, 2022), el mundo enfrenta un déficit significativo de personal
de enfermería: se requieren 9 enfermeros por cada mil habitantes, pero en
promedio en México solo hay 2. Esta brecha, junto con el envejecimiento de la
población y el cambio en las necesidades de salud, hace de la enfermería una
profesión con gran demanda y estabilidad laboral en México.
En
este contexto, una formación robusta, ética y actualizada es una ventaja
competitiva para quienes buscan una carrera con propósito, impacto social y
oportunidades reales de desarrollo profesional.
Quienes
deciden ser enfermeros o enfermeras deben estar profundamente enamorados y
convencidos de que ese es su camino. La enfermería no es solo una profesión, es
una vocación que transforma vidas desde la ética, el respeto y la igualdad;
quienes ejercen esta invaluable y honorable profesión son seres humanos capaces
de cuidar a otros con ciencia y corazón.
Una
formación integral y con visión de futuro
Elegir
estudiar enfermería es inclinarse por el arte de cuidar, de actuar con empatía
y de servir con responsabilidad. Es una carrera que no solo requiere
conocimientos científicos, sino también carácter fuerte, liderazgo, actitud de
servicio y respeto profundo por la vida humana.
En
las instituciones de educación superior, como la universidad que orgullosamente
presido, los estudiantes de enfermería no solo aprenden a aplicar técnicas o
memorizar contenidos; se forman desde los primeros semestres en entornos
tecnológicos de última generación, como simuladores, realidad aumentada y
escenarios clínicos virtuales, que los preparan para enfrentar situaciones
reales con seguridad y confianza. Esta preparación temprana fortalece sus
habilidades clínicas y humanas, dándoles una ventaja única en el campo
profesional.
Los
estudiantes que logran participar en prácticas profesionales en hospitales
públicos y privados antes de graduarse, cuyas instituciones destacan por la
disponibilidad de convenios y alianzas estratégicas, pueden establecer un
precedente para garantizar mejores alternativas de experiencias antes de
involucrarse en la vida profesional.
En
conclusión, egresar con una certificación de licenciatura de enfermería no sólo
hace más competente a los estudiantes, sino también más opciones de empleo y
mejores remuneraciones, e incluso quienes optan por doble titulación, o incluso
certificaciones de carácter internacional, tienen un diferenciador en el mundo
laboral en ciencias de la salud.
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*El
autor es Director Nacional de Campos Clínicos y Enfermería de la Universidad
Tecnológica de México (UNITEC).